Lunes otra vez. Este fin de semana hemos tenido la V Aldea Inforolera – o quizás ahora debería llamarla Rolera a secas, ya que Inforol como foro hace un tiempo que pasó a mejor vida (podría hacer aquí una disertación sobre la levedad de la existencia de los foros, ya que últimamente casi todos tienden a morir de forma más o menos dramática, pero no es este el momento para ello), y el balance, como siempre, solo tiene un aspecto negativo: la escasez de horas de sueño. Este año creo que hemos batido un record, ya que en ediciones pasadas de la misma, solía acostarme sobre la 1 de la madrugada con la excusa de que Leo tenía que acostarse pronto, pero este año Leo ha sido más duro de pelar y dos de las tres noches nos acostabamos a las 3. Dado que (como en todas las Aldeas) nos alojábamos en un albergue, y el desayuno era a una hora determinada (las 9,30 – vale, no es demasiado, pero lo suficiente), eso ha dado un promedio de menos de 6 horas por noche… Demasiado poco pa mi body, qué quereis que os diga.
Supongo que antes de seguir, debería explicar un poco qué es esto de las Aldeas Roleras. Pongamos el modo “Sophia Petrilo” On y empecemos… Sicilia año… No, no es exactamente así – Foro Inforol (descanse en paz), 2005: Josema, mi medio naranjo, es un asiduo de dicho foro y me anuncia que van a hacer una especie de reunión-quedada en un albergue de Arija (Provincia de Burgos) para el puente de la Inmaculada Concepción, o sea, Diciembre de 2005. En fin, recuerdo que ese día acogí la noticia con poco entusiasmo. 4 valiosísimos días de fiesta (justo entonces que empezaba a tener trabajo estable) encerrada en un albergue con un grupo de roleros desconocidos. No digo que no me gustase la idea. Aunque yo personalmente tenía (y tengo) el rol algo abandonado, sigue gustándome la afición, además había otras actividades previstas como fiesta de disfraces, karaoke, etc. Para terminar, obligué literalmente a Josema a prometerme que haríamos alguna excursión a ver algo por los alrededores, y conseguí que fuesemos a ver el nacimiento del río Ebro, cercano a la localidad.
Pero a pesar de mis reticencias iniciales, aquel encuentro fue el inicio de algo mágico. Como le contaba ayer a 13 (nick de uno de los chavales que vino con nosotros y al que llevamos en nuestro coche hasta Zaragoza), cuando aquello terminó había habido tal comunión con los participantes, tal simpatía, había sido, en resumen, un encuentro tan maravilloso, que nos fuimos con una sensación de vacío en el corazón indescriptible. Y que hizo que repitiéramos la experiencia para el siguiente puente del 1 de Mayo, el siguiente puente de la Inmaculada, y la pasada Semana Santa.
Así que esta vez era la quinta que nos re-encontrábamos. En general, la mayoría éramos los mismos – algunos nuevos que se habían apuntado (y convertido en incondicionales) por el camino, y otros que se han perdido (y he de decir que yo personalmente no he echado de menos a alguno en concreto) o que desgraciadamente y por una vez no han podido venir (que es muy distinto al caso anterior)…
La cita era en Ojos Negros, provincia de Teruel (normalmente intentamos que cada vez sea en un sitio distinto, aunque en Semana Santa se repitió Arija), y esta ha sido la vez en que más turismo se ha hecho, imagino que porque no sólo de rol vive el hombre. Además como empieza a ser costumbre la gente ha creado videos para la ocasión, y a todos nos apasiona ver como nos dan vida famosillos gracias a un nuevo subtitulado de pelis, series o trailers en inglés. En este caso, fue una original visión de la serie “Perdidos”, en la que por supuesto, me supo a poco nuestra aparición (supongo que debería hacerme notar un poco más, no se puede pedir todo).
El momento glorioso fue, sin embargo, el siempre esperado “frikinvisible”, nuestra versión del “Amigo Invisible”, que todos los años es un reto a la imaginación para hacer un gran regalo con pocos euros, mucha dedicación y un poco de buena voluntad para intentar conocer mejor al destinatario. El primer año (Puente de Mayo, Ejea de los Caballeros), la creativa Ana (Miss Bennet) nos demostró que algo tan tonto como un montaje fotográfico podría subir el listón a límites inconcebibles, ser el regalo más envidiado, y encima, con poco dinero. En la pasada Semana Santa, me gustaría pensar que el regalo estrella fue el que Josema le hizo a una de las personas a las que más aprecia de las reuniones, Rafa (alias Bone) – aquí me tiro el pegote de ser yo la artífice del regalo en cuestión, ya que le vestimos un conejito de peluche de Usagi Yojimbo (personaje de comic al que el destinatario del regalo adora) y, modestia aparte, me quedó bastante bien. Aunque la figurita de HeroClix personalizada que recibió otro de los chicos o la cajita de Gurpspirina que este mismo chico le regaló a Josema tampoco estuvieron nada mal, la verdad…*
El caso es que este año como digo, subió el listón hasta límites insospechados. Para empezar, se combinó el Frikinvisible con una idea que había tenido Ana (la gran ausente, junto con su pareja Jon/Bandido, ya que esta vez no habían podido venir), que consistía (creo que lo he comentado en alguna entrada anterior) en que cada uno de nosotros elegía algún tema musical como “nuestra Banda Sonora”. Así que se decidió que cada vez que alguien fuese a recibir su regalo, sonaría su música; ese alguien saldría a la “palestra”, explicaría el porque de su música, y abriría su regalo, tras lo cual saldría el “perpetrador” del regalo a darle dos besos y todo eso…
La cosa empezó mal, porque la pobre Erierd (Lucía), un encanto y dulzura de muchacha, recibió de regalo solo unas libretillas cutres y nadie salió a dar la cara. Dicen que luego la vieron llorar en el lavabo. No sé si es verdad o no, y no sé si es para tanto o no, como digo, yo he tenido a veces regalos de llorar también, pero he sabido ser más hipócrita. Pero es cierto que luego ella había echado el resto con el regalo de su frikinvisible personal (Dios, sólo la caja donde venía todo me hacía los ojos chirivitas, ¡yo quiero una!), y puedo imaginar su decepción…
Leo tuvo suerte. Patxi le regaló su primer juego oficial de dados de rol. Un regalo muy lleno de significado, y que espero use muchos años. Su canción sorprendió a bastante gente (American Pie), y es que mi hijo tiene unos gustos musicales poco convencionales para su edad.
Yo tampoco me quejo. Para haber tenido como frikinvisible a alguien a quien solo he visto una vez, y fuera de la Aldea (Tecnocrata, amigo de la gente de Alicante, que venía por primera vez a la Aldea esta V edición), me sorprendió con una almohada con estampado casero. Nunca respondió a mi pregunta “¿Por qué una almohada?”, pero me hizo mucha ilusión el estampado, y la tengo en casa sobre el sillón, aunque me tienta tenerla en el coche para los viajes. De hecho, Leo me la robó en el viaje de vuelta.
Pero como digo, hubo un momento álgido, y lo protagonizó mi chicarrón, Josema. Su tema musical, para sorpresa de todos (incluida mía) fue el “Beyond the Sea”. El motivo, dio varios, que yo ya había leído por escrito, entre ellos que aparecía al final de dos grandes películas (Ford Fairlane y Buscando a Nemo), y que él solía utilizarla como BSO al final de una buena partida de Mutantes en la Sombra. Ya cuando empezó a decirlo se emocionó. Pero cuando dijo que era el tema que quería que sonase en su funeral, él se derrumbó, y muchos de nosotros (y yo no fui la única) también acabamos llorando a moco tendido. Fue un momento francamente hermoso.
Si a eso le sumamos que su frikinvisible fue Prometeo, una de las cabezas visibles de la Aldea y una persona que vale su peso en angulas, y que su regalo fue una película montada por él, sobre la película Aladdin de Disney, poniendo nuestras caras sobre los personajes (IMPRESIONANTE), el momento álgido, maravilloso, imborrable, estaba servido….
En comparación con esto, el resto de la Aldea quedó algo eclipsado, y es una pena ya que incluso sin ello, hubiera sido una gran Aldea. El primer día nos escapamos a ver las minas, dignas de ver de verdad. El segundo, por la mañana fuimos a Molina de Aragón a ver el castillo, y por la tarde me empeciné yo en irnos por nuestra cuenta a ver el castillo de Peracense, que me gustó todavía más (aunque Rastall se lesionó haciéndose una foto y eso causó morro de Yep, que llevaba un buen rato disfrutando y triscando a pesar del viento…). La comida fue mala, entre otras cosas porque creemos que el cocinero nos la guardaba por no dejarle dormir, y nos preparó cosas con aceite rancio, pero hubo concurso de postres que compensó el mal sabor de boca. Descubrimos el Juego del Año: el “Sí, Señor Oscuro”. Y cuando nos fuimos a dormir la última noche, después de la fiesta y el frikinvisible, Leo y yo vimos un ratón esconderse detrás del sofá y, cuando moví el sofá, pudimos verlo tranquilamente al pobre, con una pata en la pared y la otra en el respaldo del sofá, manteniendo el equilibrio, hasta que nos cansamos… Leo me dijo que quería llevárselo a casa pero yo le dije que no, que tenía que vivir en libertad. En realidad, le entiendo. Yo también me lo hubiera llevado. Fue el broche final a unos días maravillosos….
0 comentarios:
Publicar un comentario