lunes, 1 de octubre de 2007

MOMENTOS DE GLORIA

Esta mañana he tenido un pequeño momento de gloria. El programa de radio No Somos Nadie, que se emite por las mañanas más o menos cuando voy a trabajar, tiene una sección a la que llaman “Mareando la Pava”, en la cual los oyentes mandan frases en las que se han trafucado y han cambiado palabras o sílabas (como el propio nombre indica, que mezcla “Mareando la perdiz” con “Pelando la pava”. El caso es que hace unos días les mandé por correo electrónico la anécdota de mi madre, cuando vio el Parchís de pitufos, años ha, en una tienda de la Calle San Miguel, y dijo toda emocionada “Ayyyy, qué “pichús” tan bonito”. Bueno, yo mandé la anécdota por correo electrónico, recibí una respuesta de la locutora que me hizo mucha ilusión, pero durante un tiempo no hubo noticias de mi frase, e incluso dejaron de emitir la sección en el horario de siempre (justo entre las 8 menos 5 y las 8 de la mañana) con lo cual me temí que no podría escucharla.

Pero hoy han vuelto a dar la sección en su horario habitual, y ¡han dicho mi anécdota! Además han bromeado algo sobre ella, lo del Pichús les ha hecho gracia por el lado que no era, por supuesto, pero por desgracia ha quedado eclipsada por una más divertida, en la que alguien decía que confundía la película “Amanece que no es poco” por Amanece como Puedas….

En fin, en cualquier caso, mi pequeño momento de gloria no me lo quita nadie…

LA VIDA ES SUEÑO

En mi diario siempre escribía mis sueños. Claro, el problema era (y sigue siendo) que si no los escribo en el mismo día en que los tengo, se me olvidan con el tiempo – desastre que es una. Bueno, supongo que aquí también puedo continuar la tradición, y conservarlos como un cachito de cómo vive mi extraña mente…

El caso es que hoy he tenido un sueño de tipo familiar. Concretamente con mi familia de Francia (a los que últimamente no veo mucho, pero siempre los hemos querido como las personas especiales que son). El caso es que nos reuníamos, ya no recuerdo muy bien a santo de qué (¿alguna boda, fiestorro en especial?). Estábamos todos juntos, y yo me ponía a hablar con la matriarca de la familia, mi tía Carmen, la hermana mayor de mi abuelo, diciéndole que qué gozada lo bien que estaba para su edad, y pensando para mí en lo sola que debía sentirse al ser la única superviviente de los 4 hermanos… Cuando de pronto me daba cuenta de que la verdadera superviviente era (y sigue siendo) mi tía Victoria, la otra hermana – que en mi sueño estaba muerta… Huy qué yuyu!!!!!

QUEDADA RASTRERA

Ayer domingo quedamos con la Cuchipandi para ir al rastro. Yo quería comprarle unos encajes a Chincheta, una de las personas de SoD que mejor me caen, y de paso, pues mirar y “picar”, que siempre hay cosas que comprar.

Como siempre, salimos tarde. Había además no sé que maratón popular por la Expo y media ciudad estaba colapsada, aunque nuestra ruta no quedaba afectada por ninguno de los cortes de tráfico. Ya de camino, a la altura del “Huevo” (vamos, al lado de casa), nos encontramos bastantes coches a doble fila. Entre ellos, un mercedes, al cual en ese momento se subió un elemento que llevaba una cazadora en plan Elvis Presley en la que me pareció leer “Bertín Osborne”, aunque mi cerebro desechó la información por absurda. Por supuesto, abrió la puerta justo cuando pasábamos nosotros con el coche, así que se ganó una buena sarta de exabruptos por parte de mi marido, que menudo es cuando conduce. Conforme pasábamos al lado del coche, donde el inconsciente abrepuertas ya se había aposentado, le miré la cara, y me dio la risa floja, porque, efectivamente, ¡era Bertín Osborne!

Josema siguió poniéndole verde, pero yo estaba encanada. Poco a poco él también le vio la gracia al asunto, y cuando llegamos (no tan tarde como de costumbre, todo sea dicho, solo con unos 5 minutos de retraso, ¡biiiieeeeen!!!!), él fue el primero que lo contó en plan primicia. Titular: Hoy, Bertín Osborne, ha estado a punto de morir. Juaaas!!!

Por lo demás, la kdd fue productiva. Yo compré las puntillas, y montones de pañuelos de gasa en un puesto de una negrita encantadora que se describía a sí misma como “la negra fea” pese a ser guapísima y con ese cuerpazo de excepción que tienen las muy asquerosas. Cayeron calcetines (incluso un par para un encargo que me hizo Gema, y otros para hacer las orejitas de Josema si se acaba disfrazando de Porco Rosso para el Salón del Manga), y Elena y Miguel se compraron una maleta para llevar a los kekos, que acabó llevando también todas nuestras compras. Luego comimos en una pizzería fabulosa junto al Centro Comercial Utrillas Plaza. Y la verdad es que salimos tan tarde que nos dio poco tiempo a hacer nada más, aunque la escapada al parque a hacer la foto de la última ronda de Mai y Faeril (¿o debería decir Azazel?) para el concurso de Miss Soul of Doll no nos la quitó nadie. A mi la idea sigue sin volverme loca, quiero decir, es muy graciosa, y todo eso, pero sigo creyendo que después de hacer la broma, deberían postear una foto en serio, pero su decisión es suya, y como tal la respeto.

Que por cierto a última hora se nos vinieron Teresa, Arturo y Dani, a charrar un rato y a que Dani jugase con Leo. Un buen broche final a la tarde.

jueves, 27 de septiembre de 2007

SOBRE LA LEVEDAD DE LA VIDA DEL GATO

Jonsey está mimoso últimamente. El cabroncete de él, por mucho que nos muerda, destruya cosas o simplemente pase de nosotros, se ha ganado un hueco en nuestros corazones y ahora yo no sé si sabría dormir sin sentir su peso sobre mis piernas o notar su calorcito peludo pegado a mí. Anoche sin ir más lejos se metió bajo las sábanas entre nosotros, Josema y yo, cosa rara ya que o se pone entre mis piernas o se pega a su amado amo ronroneando sin parar, y se dejó hacer todas las caricias del mundo. Es como un peluche animado.

Y llevando como llevo toda la semana viendo en la cuneta el cadáver de un pobre gato blanco atropellado (ahora el pobre no es más que piel y huesos, y hoy que me he acordado de llamar al servicio de recogida de animales muertos, resulta que no me coge nadie el teléfono), pues no puedo evitar pensar en mi pequeño peluche de ojos azules. En lo mucho que lo quiero y que lo echaría de menos si le pasase algo - ¡ya ves, yo que no quería saber nada de gatos porque me parecían mucho más traicioneros que los perros! (bueno, y sigo pensando que el perro es más bueno, fiel e inteligente que el gato. Lo que pasa es que también es más complicado de cuidar…).

El caso es que para rizar el rizo y como si el bicho muerto fuera profético, Jonsey está otra vez orinando sangre. Y cuando pasa eso yo me pongo histérica. Me lo noto. Estoy nerviosa en casa, no rindo igual, me preocupo… Y no es solo el hecho (que también fastidia lo suyo) de que esta tarde vaya a tener que echar la tarde en una visita al veterinario que además va a costar una pasta gansa. Es que mi pequeñín está enfermo, joe. Y yo ya estoy en vilo, ¿y si le pasa algo? ¿Y si no se cura y se me muere?

Lo que me faltaba, con la semana de trabajo que llevo…

*MODO BLOG ON*

Pues como servidora no puede abrir un blog, y hace tiempo que abandoné el diario a la antigua usanza, me queda cierto resquemorcillo, como que me falta algo… Ahora resulta que todos mis amigos tienen su blog. Y hasta mi marido se ha abierto uno. Y yo quiero contar cosas, desahogarme, y todo eso…

Hay muchas cosas que quedan ya escritas en mi constante comunicarme con gente a través de grupos, foros, etc… Otras las apunto a modo “telegrama” en mi agenda. Así que la verdad es que si muero de repente, sigo dejando tras de mi un amplio registro de toda mi vida que seguramente mis herederos destruirán sin atreverse a leerlo (y se perderán divertidas “perlas” enterradas entre mucha basura, pero tampoco puedo pedirles que se lean 35 tomos de diario manuscrito con mi maravillosa caligrafía de médico chapucero).

Pero es igual, aún así, hay días que me apetece escribir cosas. Y aunque pocos, hay ratos muertos en el trabajo. Así que ¿por qué no escribirlos en el ordenador? Me da menos pereza y encima el word me corrige automáticamente las faltas. ¿Qué más se puede pedir?

Siempre puedo mandárselo por correo electrónico a mi medio naranjo y que me construya una página de blog en su portátil.

Así que voy a decirlo, que me hace ilusión

¡Queda oficialmente inaugurado este blog!

 
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