viernes, 5 de febrero de 2010

SI LA ENVIDIA FUERA TIÑA...

Hace algún tiempo comenté la frase del genial Doctor Beik “Prefiero que mis amigos me den envidia a que me den pena”… y estos días ha habido un par de ocasiones que me han hecho volver a reflexionar sobre la envidia.

Yo soy muy envidiosa, no lo voy a negar. Pero quiero creer que mi forma de envidiar es lo que comunmente se llama “envidia sana”. Esto es, cuando alguien tiene algo que a mí me gustaría tener, no le deseo ningún mal a esa persona, sino que me busco la vida para conseguir yo lo mismo o algo parecido. Y si no puedo, pues mira, ajo y agua. Demasiadas preocupaciones hay en la vida para encima darse mal por algo que tiene otra persona.

El caso es que hace un par de días me encontré de refilón, en mi nuevo trabajo, con una compañera del colegio, de cuando yo tenía la edad que ahora tiene Leo. Ella venía acompañar a su madre a una prueba diagnóstica, y yo iba volada porque llegaba tarde a una de mis numerosas reuniones, así que apenas pude cruzar con ella un “¡Hola, ¿qué tal va todo?!” cuando me reconoció. Curiosamente, la reconocí a la primera, apenas había cambiado a pesar de tener 30 años más que entonces, y supongo que si ella también me reconoció, yo también habré cambiado poco. Y la verdad, aunque no era la mejor amiga que he tenido, estuvimos muchos años juntas (desde parvulario hasta los 13 años, en que ella se fue a un instituto público, y yo me quedé en el colegio privado al que íbamos), y eso no se olvida.

A pesar de lo poco que hablamos, luego me sorprendí dándole vueltas a muchos recuerdos comunes. Como vivíamos muy cerca la una de la otra, muchas veces iba a su casa a hacer trabajos del colegio, o incluso a jugar. Y recuerdo que, a pesar de que mi abuela solía decir que ella me tenía envidia a mí y que no era realmente mi amiga, yo le envidiaba tres cosas. Sólo tres cosas, pero que fueron mi espinita hasta que las conseguí: una, el comic de “Invasores del Cuerpo Humano” del que no sé si hablé hace unas entradas. Otra, una casita de muñecas que ella tenía, que a mi me parecía enorme, con la que pasábamos las horas jugando, y que creo que fue, también, la culpable de que no haya parado hasta tener una. Y la tercera, la Enciclopedia de El Mundo de los Niños, que nos ayudó en muchos trabajos escolares, que me fascinaba por sus portadas que, juntas, formaban un arco iris, y que al final, también conseguí en un rastrillo benéfico.

Nunca le guardé rencor por haber tenido esas cosas antes que yo, es más, siempre agradecí haber aprendido que existían gracias a ella. Eso sí, la envidiaba, claro que sí. Yo también las quería. No tengo muy claro si eso es realmente malo.

Curiosamente esa tarde, cuando fui a buscar a Leo por la tarde, nos embarcamos en un tema similar. El pobre Leo anda teniendo problemas en clase. Sus compañeros se meten con él y creo que, como me pasaba a mí a su edad, no tiene amigos de verdad. Me sorprendí a mi misma diciéndole lo que mis padres me decían a mí y yo nunca me creía: eso es que te tienen envidia. Y lo gracioso es que ahora sí que me lo creo. Porque lo he visto. Y porque me consta que muchas cosas de la vida de Leo son envidiables… sus viajes, las cosas que comparte con nosotros, la información que recibe de la tele (debe ser el único niño que cuando se aburre de los dibujos animados solicita que le pongan Discovery Channel o el Canal Historia), su relación con algunos profesores… incluso el hecho, cada vez más raro en nuestros días, de que sus padres no nos hayamos separado…

Y él, en su inocencia, como me pasaba a mí con mi amiga de la infancia, va y me confiesa que él envidia a su amigo Pedro, porque tiene algunos de los juguetes de Lego que él no tiene… y yo me sonrío, porque sé que su envidia, como la mía, no es de la mala, sino que conlleva un mensaje subliminal: “Jo, mamá, comprámelos a mí también”

4 comentarios:

forondon dijo...

Jo la de EL MUNDO DEL LOS NIÑOS la tenia mi primo y siempre que ibamos a su casa acababamos leyendola, estaba chuli.

manuel dijo...

hola tengo para vender: la enciclopedia el mundo de los niños. si te interesa escribeme aqui:
rapidoes12@yahoo.es
un saludo.

Suplidores Magna, c.a. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Que divertido Sonia! yo tengo esa enciclopedia del mundo de los niños jeje :) siempre me ha gustado

 
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