lunes, 27 de julio de 2009

ARQUITECTURA PARA PRINCIPIANTES

Dicen que un arquitecto es alguien que no es lo suficientemente inteligente para ser ingeniero ni lo suficientemente maricón para ser decorador. Chistes descalificadores aparte, la verdad es que yo a veces pienso sí la arquitectura no será mi vocación perdida (o al menos una de ellas).

Para empezar, no estoy muy segura de si habría sido capaz de sacar dicha carrera. A pesar de lo que dice el chiste, tengo la sensación de que Arquitectura es una carrera que requiere lo que yo llamo “Ciencias duras”, esto es, mucha matemática, bastante física y probablemente una buena ración de química, en todas sus subcategorías superespecializadas. Y aunque yo soy más de ciencias que de letras, lo mío son las “ciencias light”: biología, geología, medicina, naturaleza en general… Conceptos que haya que comprender, no empollarse de forma literal como las fechas de los acontecimientos históricos, leyes, u obras literarias, pero que no requieran cálculos complejos ni fórmulas de esas que tienes que desarrollar en dos o tres hojas de papel…

Pero sí es cierto que uno de mis pasatiempos favoritos es imaginar espacios. Creo haber dicho en otra entrada que cuando estoy en un sitio público en el que hay planos con las salidas de incendios (hoteles, hospitales, etc.), me puedo pegar un buen rato recorriéndome mentalmente el edificio a través de los planos e imaginando como serán las habitaciones y rincones en las que no puedo entrar (¿quién dice que las mujeres no tenemos capacidad de pensar en 3D?). Cuando empecé a hacer planes de boda, ya tenía pensadas las reformas que hacer en mi casa, y cada vez que voy a casa de algún amigo intento imaginar como es el plano de la misma e incluso como se podría optimizar el espacio redistribuyendo tabiques (odio los pasillos, si pudiera los haría desaparecer de todas las viviendas…)

La reforma del baño de nuestro piso estas dos semanas pasadas me ha dado entretenimiento mental para un buen rato, aunque ahí poca arquitectura había, pero re-distribuir el inodoro, el lavabo y la ducha teniendo en cuenta las limitaciones de espacio y de colocación de las cañerías en el edificio principal ha tenido su puntito, la verdad.

Pero lo mejor ha sido cuando a raíz del ir y venir de los albañiles bajando escombros, saqué a colación con el conserje la posibilidad de comprar alguno de los pisos adyacentes al mío para ampliar mi cada vez más atestada vivienda. La verdad es que ya tengo pensado como distribuir cualquiera de las tres opciones (conseguir el piso de la izquierda, conseguir el piso de la derecha, o conseguir el piso de arriba y hacer un duplex). Parece que hay alguna posibilidad de conseguir uno de ellos, y eso ha disparado mi imaginación.

Y me lo estoy pasando bomba y me resulta una actividad intelectual apasionante… así que algo debe de haber… poco, pero algo…

domingo, 12 de julio de 2009

A TRAVÉS DE SUS OJOS

Cuando estaba embarazada, y con mi miedo perenne a la mortalidad, me preguntaba como sería tener un hijo, si sentiría algo especial, si, incluso (y eso sería rizar el rizo) de alguna forma mi consciencia se transmitiría a su cuerpo cuando el naciera. Sé que es una idea extraña, pero teniendo en cuenta las neuras que tengo sobre que pasará conmigo – con esa parte de mí que sabe que yo soy yo – una vez me muera, la idea de pasarsela a mi hijo a través del vientre materno no me parecía tan descabellada.

Por supuesto, eso no ocurrió, yo sigo encerrada en esa parte de mi cerebro que está detrás de mis ojos y Leo es, como debe ser, un ente independiente con vida, voluntad y personalidad propias que si algo se llevó consigo, a parte de la mitad de mi ADN y 9 meses de compartir sustancias a través de mi sangre, es esa conexión amorosa que digo siempre que me parece casi antinatural, hasta el punto que creo que tiene que ser algo bioquímico o algo, porque no me parece normal quererle tanto que me duela, y sentir que daría mi vida por salvar la suya.

El caso es que la otra semana Leo se fue de vacaciones con sus abuelos a Moscú y San Petersburgo. Los días previos fueron una tortura para mí, no conseguía hacerme a la idea de que durante una semana iba a estar a casi 4000 kms. de mí, aunque fuese a estar en buenas manos. Curiosamente, una vez se marchó, tras dejarles en el aeropuerto, se me pasaron todas las preocupaciones – también es cierto que me mantuve ocupada: quedada muñequil en Madrid con gente maravillosa, quedada al día siguiente en Guadalajara con la gente de la Aldea Rolera, igual de maravillosa, y luego la semana de trabajo en el hospital, y trabajo en casa preparando las cosas para la reforma del baño en la que nos embarcamos la semana que viene. Llegamos al sábado día 4 en un pis pas, y tras pasar el día en Madrid de compras (y encontrarnos sin querer en medio mismo de la manifestación del Orgullo Gay) y recoger a la familia en el aeropuerto a las intempestivas 2 de la madrugada, volvía a tener a mi no tan pequeñajo en casa y me sentía de nuevo completa.

Luego vino, por supuesto, el visionado de fotos y la narración de anécdotas, y por un momento empecé a morirme de envidia y a pensar en lo mucho que me habría gustado estar allí... Pero poco a poco empecé a tener la sensación de que realmente había estado, de que lo había visto. A reconocer Moscú en videos musicales como el de Rasputin de Boney M, que le intenté poner a Leo hablando de dicho personaje en el coche (al sonar la canción en M80). Y entonces me dí cuenta de que había estado allí. De que al fin y al cabo, hay un trocito de mí en Leo. Y ese trocito de mí había estado con él en Moscú y San Petersburgo.

Y las había visto a través de sus ojos.

martes, 7 de julio de 2009

¡¡¡VAMPIROS!!! (otra vez)

Creo que ya cité una vez a Terry Pratchett cuando dijo que el único vampiro bueno es aquel al que le clavas una estaca en el corazón, le cortas la cabeza y le llenas la boca de ajos... Después de que hoy volvieran a poblar mis pesadillas, me reafirmo en ello. Quizás se haya debido a que anoche vi, por fin, la película Doll Master (tanto me habían dicho que era malísima, que al final me gustó y todo... vamos, que no es que me pareciera una buena película, pero me lo pasé bomba, aunque sólo fuera viendo BJDs XD), y en el DVD había un trailer de la película Zombie Honeymoon, en la que no, no salen vampiros, pero creo que los vampiros de mi sueño se parecían al zombie de esa película.

Fuese como fuese, esta noche me perseguían vampiros. Eran vampiros muy integrados en nuestra sociedad, muy glamourosos y todo eso que nos quieren vender últimamente, pero en cualquier caso, asesinos psicópatas sedientos de sangre para los que los humanos no éramos sino ganado, y como descubrieras su secreto, iban a por ti. Eso es lo que me pasaba en mi sueño. Descubría sin querer que un grupito de macarras (eso sí, como en buen sueño hollywoodiense, estupendísimos de la muerte) eran vampiros y me tocaba correr delante de ellos.

Menos mal que descubría que le tenían un odio, pavor, aversión acérrima al agua, así que al final me libraba de ellos metiéndome en un pozo y aguantando la respiración hasta que encontraba un tunel por el que salir por otro lado, y huyendo a otra ciudad.

Putos vampiros...

Me he despertado sobresaltada. Hacía tiempo que no tenía esa sensación.

domingo, 5 de julio de 2009

REVELACIÓN RELIGIOSA

He llegado a la conclusión de que el ser humano inventó la religión, y los conceptos del Cielo y el Infierno (o sus equivalentes), para que cuando hagas lo correcto tengas la esperanza de que vas a ser recompensado en el otro mundo... porque en este, vas dao... Encima de quedar como un idiota, recibes la bofetada, y la persona que le echa morro al asunto y se porta como una maleducada, es la que se lleva la recompensa. Y con un poco de (mala) suerte, ni siquiera se dan cuenta de que te has portado de forma honesta y honorable.

Como decían en la Princesa Prometida, ¿quién ha dicho que la vida es justa? Sólo es un poco más justa que la muerte, nada más....

 
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