viernes, 19 de junio de 2009

PEQUEÑAS MAGIAS COTIDIANAS

Ayer me harté de esperar a tener noticias de mi cartera robada, así que decidí pedir cita para renovarme el DNI y el pasaporte (ese no me lo han robado pero lo tengo caducado, y si bien no me pusieron pegas al votar o al pagar con tarjeta, en el Corte Inglés me tuvo que tocar una tocapelotas que cuando fui a recoger la tarjeta nueva casi me hace pasar por el detector de mentiras por llevar el pasaporte caducado, porque algo en su estrecho cerebro le hacía desconfiar de alguien a quien, porque le han robado la cartera con TODA la documentación, acude a recoger el duplicado de la tarjeta del Corte Inglés con el único documento que le queda, el pasaporte caducado hace escasamente un año...). Me preocupaba que la cosa se alargase demasiado, como en efecto así iba a ser (me dieron cita nada menos que para el 13 de agosto) y aunque me planteé llamar primero a Objetos Perdidos para preguntar de nuevo si habían encontrado alguno de mis documentos, la pequeña parte de mí que aún cree en la magia cotidiana que rodea todas las cosas y que hace pequeños rituales supersticiosos dijo “No llames, que entonces no lo tendrán”.

Parece que la magia funcionó, y hoy cuando he vuelto a casa me he encontrado una carta de Objetos Perdidos diciendo que tienen a mi disposición mi DNI, mi permiso de circulación, el carné del Colegio de Médicos y algunas de las tarjetas que no han podido utilizar porque anulé convenientemente nada más detectar el robo. La verdad es que la cartita tiene su punto irónico: Objetos Perdidos de Zaragoza sólo abre de de 10 de la mañana a 1 del mediodía de lunes a viernes, y para más recochineo, solo guardarán mi documentación durante un plazo de 15 días naturales, tras lo cual la remitirán al organismo emisor correspondiente... Menos mal que permiten que alguien, debidamente acreditado (con mi DNI lo tiene difícil, puesto que lo tienen ellos) pueda ir en mi lugar a recogerlo, porque la verdad, manda narices...

En cualquier caso, a la alegría incondicional de ver que me iba a ahorrar el papeleo, las filas, la pérdida de tiempo y los 30 euros que me costaría renovarme ambos documentos desaparecidos (el pasaporte, caducado, me lo voy a renovar de todos modos, ya que tengo la cita) se añadió la pequeña y retorcida satisfacción de ver que mi pequeño “hechizo” había funcionado, de lo cual no he podido evitar vanagloriarme cuando he subido a Santa Fé a recoger a Leo de casa de mis padres.

Yo lo he llamado “magia cotidiana” y “manipular las Leyes de Murphy en tu favor”, y entonces Leo, desde detrás de la DS que acababa de darle, y demostrando que cuando quiere, está a la conversación, me ha interrumpido para apuntillar: “Eso no es magia, es un truco para jugar a Matrix


Y de nuevo me ha maravillado, porque la definición no ha podido ser más correcta. Ya veis, todavía hay gente por el mundo que no ha entendido “Matrix” y mi hijo no sólo entiende el concepto perfectamente sino que se permite el lujo de utilizarlo para hacer metáforas respecto al día a día.

¿Entendéis por qué se me cae la baba con él?

5 comentarios:

Lu dijo...

¿Sabes que tienes que contarnos si tambien está el cristo Akando eh?

Sonia dijo...

Nada, al Cristo Akando se lo han quedado, sigue secuestrado T_T. Igual que tres vales para entrar en Port Aventura, supuestamente personales e intransferibles, que no sé si intentarán falsificar o simplemente han tirado a la basura, más unas cuantas fotos, la tarjeta bus, y todo lo que no llevaba mi nombre escrito... T_T

Nicasia dijo...

Que espabilado Leo. Me apunto lo de tu magia cotidiana. Me parece util

Sonia dijo...

Bueno, tiene su puntito de superstición, pero si según las leyes de Murphy algo que se te ha perdido aparecerá cuando ya lo hayas reemplazado, cuanto antes lo reemplaces, antes aparecerá... ;P

Han Solo dijo...

una libro
hace falta un libro
este tio es un genio
es un filosofo como pocos
Neo, tiembla
ha llegado la ultima generacion de Matrix: Leo
uy si acaba igual
Neo= Leo

 
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