jueves, 4 de junio de 2009

LA CUCARACHA, LA CUCARACHA...

No sé que tienen las cucarachas para que en general despierten tanta repugnancia (a mí la primera). A pesar de los intentos por reivindicar su imagen en películas como “El Cuchitril de Joe” (imprescindible, por otro lado), encontrarme con una de ellas me da escalofríos, ya esté viva o muerta. Y como a mí, a muchas otras personas.

El caso es que, aparte de su asociación (no siempre correcta) con la mala higiene, y la leyenda urbana de que transmiten enfermedades (como cualquier otro animal que viva a la intemperie sin control veterinario, por otro lado), la cucaracha es un insecto completamente inofensivo. No he oído ni leído de casos de gente que hayan sufrido picaduras de cucaracha o que estas les hayan atacado de alguna otra manera. Pero nos siguen resultando asquerosas y repugnantes. Una amiga de un grupo americano, cuando se suscitó esta duda en público, bromeaba diciendo que era un recuerdo atávico de cuando las cucarachas medían 2 metros y devoraban seres humanos.

No lo sé, pero lo cierto es que estoy hasta las gónadas de las temporadas de fumigación en mi comunidad. En mi casa nunca se ven cucarachas... excepto cuando viene el exterminador. Entonces las pobres, moribundas, salen a agonizar al pasillo, al suelo de la cocina, incluso al dormitorio. Raro es el día que no tengo que quitar, mirando para otro lado y esperando que no haga un último movimiento sorpresa, con la escoba y el recogedor para guardar las distancias, alguno de sus cadáveres (que además tienen la mala costumbre de dejarse las patitas por ahí). Con lo bien que están ellas en las cañerías sin molestar a nadie.

(Y menos mal que Jonsey todavía no me ha ofrendado ninguna a las tantas de la mañana mientras duermo plácidamente en la cama. Creo que me moriría del infarto...)

6 comentarios:

Han Solo dijo...

no las soporto

Han Solo dijo...

bueno, si acaso la Cucaracha Tubular

Nicasia dijo...

Curiosamente no es de los bichos que mas asco me dan...también es cierto mi hogar está libre de ellas, aquí lo que abundan son las polillas y mis gatas dan buena cuenta de ellas. Lo que me da un asco insoportable son las babosas. No puedo con ellas

Sonia dijo...

A mi me dan un asco tremendo, y a Josema más aún... No veas lo que me ha costado encontrar una imagen para ilustrar la entrada que no fuera repugnante :P

Anónimo dijo...

las cucarachas en mi tierra tienen alas, son marrones y gigantescas, vuelan y mueven sus antenitas sin para en busca de algo que comer, que por cierto, su comida puede ser desde restos de uñas hasta pasta de dientes. Cuando vivia en Graná las cucarachas me parecían seres primorosos, tan negritas y chiquititas...
A mi no me dan asco la verdad, no me da asco practicamente ningún bicho (salvo los chinches rojos) en pequeño número, mi problema empieza cuando se apelotonan y el aire se vicia.
Y las babosas... ains, Lilith, si son una monada! como un moco rastrero con sus cuernecicos escamitas blandurrias yo lo que no puedo es ver como se derriten cuando les echan sal, debe de ser muy doloroso

Sweet Minako Ijiwaru Metallium dijo...

Yo les tengo pavor, el caso es que ni siquiera tengo el valor de matarlas. No sé si me dan miedo o me causan repelús. Sean o no peligrosas, por las dudas, mejor no me acerco.

Siempre he querido comentar en tu blog y me tenía que animar en el post de la cucaracha!

Te dejo un dibujo de una cucaracha traumatizada, saludos~

 
Vivir para soniar - Templates Novo Blogger