lunes, 25 de mayo de 2009

DESPEDIDAS DE SOLTERO-A

Y ya llegó, y ya pasó, la despedida de soltera de mi sobrina. Y yo pensaba que me iba a dar más pie para mi entrada sobre lo aburridas que son las despedidas de solteras, pero me he sorprendido a mi misma porque la verdad es que lo pasamos francamente bien. Y eso que después de las mil vueltas que dí con su video de regalo, la pifié al final diciendo que se lo dedicábamos “sus primos Jose Manuel y Sonia y su sobrino Leo”, cuando en realidad somos sus tíos y su primo... Mi subconsciente insiste en quitarse años... Menos mal que entre lloro y lloro, no le dieron especial importancia...

Aparte de eso, cenamos más o menos bien, y trajeron una “drag queen” para hacer un poco de espectáculo, un chico simpático, gracioso y que realizó un par de monólogos picantes y una versión del juego de las sillas con el que todos nos divertimos. Y mira que yo tenía mis dudas (y que ya me estoy viendo venir que me moriré sin ver un “boys”, la única actividad exclusiva de las despedidas de soltera que me despierta cierta curiosidad).

Y el caso es que las despedidas de solter@ nunca me han gustado. Tanto como adoro las bodas, odio las despedidas de solter@. El concepto en sí me parece absurdo, me parece que parte de una premisa equivocada. Parte, para empezar, de la idea de que el hombre, cuando se casa, pierde su libertad para quedar con sus amigos. Vaya idea deprimente. Como si una vez casado ya no conservase ni su vida ni su identidad. Y digo yo, si te vas a casar con una persona a la que quieres y con la que quieres estar, ¿no ha sido parte de tu libertad el querer casarte? Si mientras habéis sido novios, habéis quedado con los amigos que os ha dado la gana, ¿no va a poder seguir siendo así después del matrimonio?. Como digo, es una premisa machista, egoísta, deprimente y con el prejuicio de que el matrimonio es malo. Hijo mío, si necesitas una despedida de soltero, es que en realidad no necesitas casarte.

Y como las mujeres somos tontas y lo tenemos que copiar todo, aunque sea una tontería, vamos y hacemos despedidas de soltera. Que viene a significar lo mismo. Que cuando nos casemos ya no vamos a ver a nuestras amigas. Y lo mejor de todo es que en esas fiestas juntamos a amigas y familiares con las que en realidad no nos hemos ido de juerga en la vida, porque nuestra relación viene de otras cosas, así que no pegamos ni con cola. Y no sabes que hacer y te sientes incómoda. Y como además te faltan tus amigos del sexo opuesto, o tu novio, o quien sea, TE ABURRES soberanamente, y estás deseando irte...

Vale, que no todas las despedidas de soltero/a son así. Que en algunas, como en ésta que digo, te lo pasas bien. Pero la verdad, me siguen pareciendo un despropósito. ¿Sabeis cual es la mejor despedida de solter@ a la que he ido en mi vida?

Pues a una en la que un amigo decidió que fuésemos a cenar, con él y con su novia, todos sus amigos y amigas. Sin distinción de sexos. Sin tonterías pseudoeróticas embarazosas. Simplemente a pasarlo bien. Como hemos hecho siempre antes de casarnos, y como hemos seguido haciendo después.

Y es que con esto me pasa como con la festividad de Santa Águeda. Me aburren las fiestas “sólo para chicas”. Como decía el español del chiste, cuando un mejicano le decía “¡¡¡En mi país somos todos muy machos!!!”. “Pues en mi país somos la mitad machos, y la mitad hembras, y lo pasamos de vicio”. A mi me gustan mis amigos tanto como mis amigas, y no me atrae nada ir a una fiesta que excluya a cualquiera de ellos...

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