lunes, 24 de noviembre de 2008

CINEMIX Y EL HOMBRE BICENTENARIO

Llevo unos días escuchando a mi exjefe (que sigue en el despacho justo enfrente del mío) poniendo música de cine en su ordenador. Yo andaba algo mosqueada al respecto, porque algunas de las melodías que sonaban eran francamente frikis... Ya se me hacía bastante raro que pusiera música de Piratas del Caribe, pero ¿de Mychael Danna, cuyos discos “A Celtic Tale” y “A Celtic Romance” solo parecemos conocer mi marido yo. ¿O bandas sonoras de las películas de Miyazaki? Eso me parecía francamente raro, porque aunque son melodías preciosas, son películas de culto de las que poca gente a la que no le guste el tema se compra la banda sonora... Así que al final, deleitada con los sonidos que salían del despacho de enfrente, le pregunté.

“Es una emisora de radio on-line. Si quieres te paso la dirección”.

Por supuesto que quería, y desde entonces no oigo otra cosa, incluso en casa (La emisora es www.cinemix.us, y en este momento, de hecho, está sonando nada menos que la banda sonora de la serie Norte y Sur... ¡cuántos recuerdos!). Porque además, te permite saber de qué película y autor es la música que está sonando (temblad en el próximo concurso de BSOs de la Aldea! XD) e incluso hacer peticiones.

Quizás la gente que sintoniceis radios on-line ya la conozcais, esto os parezca lo más normal del mundo y yo quede como una tonta por haberlo descubierto, pero que quereis que os diga, para mí ha sido un gran descubrimiento. Y me lo paso bomba eligiendo canciones, aunque muchas veces no pueda porque tiene tres limitaciones: una que no haya sonado un tema de ese autor en un tiempo determinado, que no haya sonado un tema de ese álbum en un tiempo determinado, y sobre todo, que no pidas más de tres temas cada media hora... En fin, limitaciones relativamente fáciles y cómodas de salvar...

Y al hilo del tema, ayer tuve uno de esos momentos deliciosos con Leo...

Estaba sonando en Cinemix un tema de la película “El Hombre Bicentenario”, película mediocre basada en uno de mis relatos favoritos de Isaac Asimov, y Leo, al ver la imagen de la carátula del disco en la página de Cinemix, me preguntó por la película. Así que le conté un poco de qué iba, y luego me extendí y le hice un resumen del relato, supongo que claramente tintado con las emociones que yo misma le vierto. Él me miraba fijamente, y cuando llegué al final, al momento en que el robot NDR-114 (o Andrew para sus amigos) por fin consigue que se reconozca que es un ser humano, y como consigue realmente que se le reconozca ese título, vi como se le llenaban los ojos de lágrimas, y claro, a mí también se me llenaron (¿o fue al revés?), y se me quebró la voz, y él alzó un dedo y me secó una lagrimilla del ojo, y yo le abracé, y me lo hubiera comido mil veces, llena de orgullo maternal... Le quiero, y momentos como este me reafirman en que tengo en casa uno de los seres más excepcionales que ha dado este mundo...

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