lunes, 29 de septiembre de 2008

LA VISIÓN MADURA DEL "HOBBY"

Ayer estuvimos de puro refilón en las Japan Trends. Parece que se ha puesto de moda celebrar en Septiembre en Zaragoza jornadas sobre temas de fandom nipon, y tras las Nippon Ku y las Jornaícas del fin de semana anterior, aún nos quedaba cuerda para ir a alparcear en estas otras. ¿El cebo? Una exposición de Blythes y Dollfies, algo que no se había conseguido en la Nippon Ku, y que teníamos curiosidad por ver como habían resuelto la organización de este otro evento.

Sin ningún animo desprestigiador, más bien al contrario, he de decir que aquí directamente no habían resuelto nada. De hecho, las únicas BJDs presentes fueron las que nosotros nos dignamos a llevar (al decir nosotros, incluyo a Gema, Mabel y Damián, que fueron los que nos movilizaron), a las que rápidamente hicieron hueco en una mesa y casi sin quererlo se convirtieron en protagonistas de la exposición.

Rondamos un rato por allí, porque lo bonito de este tipo de reuniones es que el ambiente es inmejorable. Aunque se me hacía raro ver tanta gente con look “Lolita” (que es una moda muy bonita, pero un tanto extraña si no la ves habitualmente), no nos sentimos desplazados en ningún momento. También es cierto que éramos cuatro gatos a esas horas de la mañana.

De pronto, se nos acerca Yolanda, una de las organizadoras, y nos cuenta un problema que les ha surgido: A la persona que iba a dar una charla sobre las Blythe y las BJDs, que iba a venir desde Galicia, no le han podido pagar el billete de avión, por lo que no ha venido. Y la persona que iba a suplirla en la parte de BJDs (ya que la de Blythes la asumía la propia Yolanda) estaba enferma y también les había fallado (contra su voluntad, obviamente). Así que necesitaba que alguno de nosotros, que sabíamos del tema, subiera al estrado.

Todos a una, se volvieron hacia mí. ¿Qué puedo decir? Busqué rápidamente un lugar de retirada o al menos un escondite, pero no es fácil esconder mi humanidad debajo de una silla. ¿Queréis realmente que la de yo? ¡¡¡Sí, sí, eres nuestro Sensei!!!, me dice Gema con esa capacidad de hacer ojitos solo superada por Miguel de La Ruta Hacia el Dorado. Por un momento tengo la terrible visión de un gordo oso panda intentando enseñar Wu-Fú a un par de conejitos. Pero no puedo negar que me siento halagada, así que al final (¿tenía otra opción?), acepto.

Os podeis imaginar que después de la euforia inicial me entró el miedo escénico a oleadas. ¿Qué puedo decir? La gente que hay aquí que sabe algo de BJDs, sabe tanto como yo, y a los que no saben nada, ¿les importará realmente un bledo lo que yo diga? Yolanda me dejó un par de hojas con los apuntes que le había mandado la chica que iba a dar la charla inicialmente. Sobre esos apuntes escribí algunas notas y me hice un esquema. A la hora de subir al estrado (misericordiosamente, retrasaron la charla media hora, así que tuve tiempo extra para que me temblasen las piernas) decidí llevarme conmigo un muñeco, y elegí rápidamente a Mika, la preciosa Soony de Mabel y Damián. Sin ánimo de despreciar a ningún otro de los kekos asistentes, por su tamaño, ropa y aspecto general, iba a ser la que más llamase la atención del público. Aunque Gema sentó en el estrado a Sinichi, su novio... celosete que es el chico...

Creo que la charla no fue mal del todo. Tuvo sus puntitos, como cuando Yolanda me presentó y dijo que yo iba a dar “un punto de vista más maduro del hobby”. Si eso hubiera sido un programa de estos de humor televisivo, creo que me hubiera vuelto y le hubiera dicho “¿Me estás llamando vieja?”, pero dada la falta de confianza que todavía había entre nosotras no me atreví. Sí, aunque me digo a mi misma que no me importa, me temo que sí que me importa ser siempre la más vieja del grupo...

Tampoco seguí el guión que me había escrito. Los nervios y la introducción de Yolanda me hicieron cambiarlo. Pero entre unas cosas y otras, creo que dije todo (o casi) lo que había que decir. Al menos la gente no se fue, como con la charla de la tarde... Y Mika lo hizo muy bien.

Aparte de eso, el día fue agradable y relajado. Tuvimos que hacer un inciso para subir a comer a Santa Fé, donde casi se me había olvidado que mi madre había preparado una especie de celebración íntima de mi cumpleaños (solo mis tíos y nosotros, ¡qué tranquilidad!), y dónde aprovechamos para hacer unas fotos para un concurso de Halloween en el grupo Elfdoll_Unlimited, creyendo que aún tenía dos días para postearlas (hoy he descubierto que no, que el plazo acababa ayer, y menos mal que son buena gente y me van a dejar ponerla fuera de plazo). Tras la lucha con las garrillas de alambre de Heladinda, las fotos creo que quedaron bastante bien, aunque después de ganar seguidos los concursos de San Valentín y de Verano, no creo que esta vez me den el premio de nuevo a mí.


Por la tarde volvimos al encuentro, aunque ese no era nuestro plan inicial, pero la buena compañía nos pierde... Además, habíamos comprado números para un sorteo de cosillas, y nos apetecía ver si nos había tocado algo. La llegada fue un tanto decepcionante: estaban proyectando la película en acción real de Nana, y hasta los fans de la serie decían que era mala... Mala no sé, pero aburrida un rato, así que Damián nos rescató a Josema y a mí y nos fuimos a tomar una cocacola al bar, donde ¡alegría!, descubrí que era la tercera persona más joven de los presentes.

Después hubo otra charla, sobre visual Kei, un movimiento estético japonés sospechosamente parecido a la moda punk y glam de los 80 (y es que no se inventa nada nuevo)... que desgraciadamente fue casi más aburrida que la proyección de Nana, por lo que la gente estuvimos haciendo corrillos y hablando de nuestras cosas mientras el pobre ponente intentaba infructuosamente captar nuestra atención.

Por fin, con cierto retraso, como siempre, llegamos a la entrega de premios (no, no hubo un detallito para mí por la ayuda, pero tampoco importa mucho, la verdad) y al sorteo, en el que me llevé la agradable sorpresa de recibir, ya en el primer momento, uno de los dos premios relacionados con BJDs y donados por Kam (la anterior dueña de mi pequeña Semiramis). El otro se lo llevó Gema, así que todo quedó en familia... Y menos mal. El otro sorteo, el no relacionado con muñecos, fue monopolizado casi por completo por un chico que había comprado 20 números... vale que por ley de probabilidades tenían que tocarle más cosas a él, pero ¡es que se los llevo todos menos uno! Y había unos cuantos regalos, que conste.

Cerramos la tarde/noche con un zumo en el Augusta y recogiendo a Alba de la Estación de Tren. Como de costumbre, casi no nos vamos a nuestras casas, pese a que hoy era “día de escuela”. Parece increíble lo a gusto que estamos juntos.

Nota (que debería haber puesto antes): Los créditos de las dos preciosas fotos de Mika y Sinichi y de Westley con Semiramis son de Damian (alias Predalien). Que pa eso las ha hecho él y me ha dejado usarlas.

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