jueves, 8 de noviembre de 2007

LA ROPA DE H&M



Ayer fuimos a comprarle ropa a Leo, que buena falta le hacía. Me gusta comprar en el H&M, porque por menos de 100 euros (de hecho, yo me gasté 85 y mi madre 11) el niño tiene ropa para todo el invierno. La ropa de H&M además es bonita y da bastante buen resultado, no como otras marcas baratas como el Kiabi, C&A o incluso Zara, que sinceramente, deja bastante que desear, al menos para mi gusto. Mi única queja con H&M era que a partir de los 8 años (y dado el tamaño tanto de altura como, sobre todo, de anchura, de mi hijo, ese límite en realidad se rebasó a los 6 años) los diseños de las camisetas y demás ropas pasaban a ser demasiado “de adultos”. Ya no había estampados divertidos ni muñequitos manga en las camisetas. Como mucho, según vi este verano, mucho carácter japones y dragones asiáticos, de los que llenó su guardarropa, apropiadísimamente, para el viaje al país del sol naciente.

Bueno, pues ayer me llevé una gratísima sorpresa. La ropa pre-adolescente del H&M había pegado un cambio radical. Seguíamos con estampados muy “adultos”, pero dios mío, ¡parecía ropa diseñada por Dollheart! (para el profano, uno de los diseñadores de ropas para BJDs o muñecas articuladas de resina asiáticas más carismáticos y rompedores). Una mezcla rapero-macarra-gótica-laenredemosconventanasalacalle que me enamoró. Le hubiera comprado media tienda. Sobre todo los pantalones negros con cadenas, camisas con corbata negra y estampado de calaveras y, oh, Dios mío, lo mejor de todo, un chaleco a rayas con forro de calaveras doradas sacado directamente de la banda de Al Pacino. No cayó simplemente porque la talla le iba justa, y de utilizarlo, lo hubiera utilizado el año que viene para la boda de su tía Ana (quien, por cierto, fue varios años dependienta en dicha tienda). Pero me quedé con el gusanillo y, ¿sabéis qué? El próximo viernes (o sea, mañana) que tenemos comida de trabajo en el Gran Casa, centro comercial donde hay otro H&M, voy a buscar ese chaleco. Y si tienen una talla más – ah, amigo, te has caído. Cogeré el conjunto completo: chaleco, pantalón con cadenas, americana y camisa con corbata. Por si acaso el año que viene no sacan nada tan bonito. Estoy enamorada, qué se le va a hacer…. Y me va a costar una miseria.

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